No hay palabras para describir lo que sentí cuando crucé la meta, no se
puede expresar la mezcla de sufrimiento y orgullo, creo que una imagen vale más
que 1000 palabras.
Mi primera maratón:
Eran las 7 de mañana, nos levantamos para ir a la línea de salida: el día
es esplendido con unas preciosas vistas, eso parece desde la ventana del hotel.
Mi sorpresa fue que, al salir, a esa hora había más de 25 grados - demasiado
calor, pienso.
Cogemos el chip, nos vamos a la línea
de salida y sin darnos cuenta ya estaban con la cuenta atrás; salgo muy
calmado, no era el día de apretar, tenía muy en mente que era el doble que
otras veces y que no conocía el recorrido.
Sin darme cuenta empiezo a coger un ritmo cómodo en que los kilómetros van
pasando, llego al cruce donde se dividían las dos pruebas, "maratón
izquierda!!" me grita uno de los voluntarios, falta de costumbre :). Hasta
ese momento habíamos corrido 13,5 km con una subida de 300 m y una bajada de 500 m, en la que, como no
podía ser de otra forma, me caí, pero no me pasó nada, esta vez caí en yerba.
Después del desvío éramos muchos menos, pero me doy cuenta de que voy muy
bien, no me había parado a ver el reloj y lo miro cuando llego al final de
bajada, habíamos hecho un descenso de 1200 de desnivel, estábamos en el km 23,
7, el tiempo es muy bueno pienso, pero no hay que perder la cabeza.
Empieza la subida, el calor era insoportable más de 35 grados, recuerdo que
en uno de los puntos, reclino la cabeza y me cae un hilo constante de sudor, no
he parado de beber agua y es como si cayera en vacío, me noto el estomago
lleno, pero como si nada.
Llega el momento, algo va mal.... después de subir 500 m con un sol brutal,
noto que la vista se nubla y que no puedo dar dos pasos rectos, me caigo al suelo
perdiendo el conocimiento. Era el km
31,9 km. En cuanto me levanto, estaba en una sombra ayudado por 4 de los
participantes. Pienso que todo ha acabado, no puedo ni levantarme, ni siquiera
la cabeza, no tengo fuerzas, el desanimo me gana, todo me pasa por la cabeza.
Paro el móvil. Para mí la carrera había terminado, no veía posible en mi estado
hacer 9 km más. Ni siquiera 2 pasos.
Ante todo gracias, no recuerdo los nombres, pero mil gracias, a los que se
pararon a ayudarme...ellos sacrificaron sus tiempos de carreras por asistirme.
Me quedé estirado en una sombra pensando qué era mejor: ¿subir o bajar?
Estás en medio de la montaña, si te retiras tienes que ir a uno de los puntos
de control.
Mi sorpresa fue que el magnesio que me dieron para tomar iba haciendo su
efecto, cada vez me encontraba mejor, incluso me avecino a dar unos pasos para
probar. Lo que me pasó es que me vacié por dentro de todo lo que necesita el
cuerpo; no puedes beber 6 l de agua sin nada más, lo saqué todo por el sudor y
me quedé sin reservas. Error de
principiante, no me volverá a pasar lo
mismo :)
Como decía, probé dar unos pasos y pensé: “vamos a seguir para arriba que
está más cerca el punto de control”, cogí las cosas y empecé de nuevo la
marcha, esta vez muy muy tranquilo, no quería tener otra vez el mismo problema.
Quedan 9 km, empiezo a subir con ritmo lento pero cada vez menos lento sin
darme cuenta, me encuentro mucho mejor de lo más importante: la mente; en este
tipo de carrera el 50 % es la cabeza, si te crees que no llegas, no llegarás
nunca. Empecé a pensar que no era tanto lo que me quedaba, que había venido
para acabar, que no podía abandonar y me fui creciendo a la vez que pasaban los
km. Llegué al punto en que quedaban 7 km para la meta. Hora de la decisión:
"ACABO POR MIS ....".
Bebo isotónico, me hincho a fruta y tiro para adelante, siguiente control a
3,5 km de la meta, mitad y mitad.
Llamo a mis compañeros que habían venido conmigo (ellos hacían la media), “estarán
preocupados”, pienso, “seguro que me esperaban sobre las 5 h y ya llevo 5:30,
porque después de separarnos iba para ese tiempo”; les tranquilizo y a la vez
que me animan a seguir.
Estos 3,5 km eran de bajada, ya sin fuerzas en la piernas los bajas como
puedes, porque cada paso es como un pinchazo.
“NO PUEDE SER!!!” - empieza una tormenta de lluvia, tanto sol ha hecho
que las montañas se cargaran y que descargara de golpe. Al principio me cabreo
pero me ayudó y todo, porque te refresca bastante, fueron 10 minutos, así que
nada grave.
Veo un cartel a lo lejos 4 km para la meta, pienso “ya esta, 4km no es
nada, sea como sea ya llego”, llamo a mis compañeros para avisarles y de
repente me encuentro con uno de ellos, Cabre, que había venido al último punto
de control (después de dejarme claro que había bebido 1,5 litros de cerveza J ) para asegurarse de darme los ánimos suficientes
para llegar y así fue. Cada paso me decía que ya estaba, que era un paseo, que
quedaba nada para la meta y mira si fue así que lo deje atrás :) Me arranque a
trotar. Me grita: “500 m!!!”. No me lo podía creer, allí estaban esperando para
ver la llegada, fue una mezcla de emoción y de cansancio que no puedo explicar.
Solo cruzar la meta se me cayó alguna que otra lagrimilla, pero solo cruzarla
dije: “esta montaña no ha podido conmigo!!!”, allí estaba también uno de los
participantes que me había ayudado ,para felicitarme, la verdad se lo agradezco
mucho.
Gracias a los que me animaron a correr, a los que me dijeron que no
abandonara porque la experiencia ha valido la pena.
Gran organización, muy buenos puntos de abastecimiento, la fiesta de la
noche y la asistencia, el menú a 15 lei, las cervezas a 3 lei :) no hay mejor
cosa que comentar las experiencias con una cerveza.
El año que viene, si puedo, volveré y vuelvo a por todas!!! :)
Tiempo final 6h
47 min
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